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Mostrando entradas de agosto, 2025

LA SEÑORITA GRIS (3ª PARTE)

 Eli mira de nuevo por la ventana, esta ves sonríe, acaricia su incipiente barriguita, y habla con su bebé: "Te protegeré por encima de todas las cosas cielo, estamos solos pero nunca permitiré que te hagan daño, cuidaré de ti como mi tesoro, te lo prometo". Los vómitos y mareos iban remitiendo, y comenzaba a disfrutar del embarazo. En el trabajo todavía no habían notado nada, un virus estomacal, ¿Quién iba a pensar que a la pobre señorita gris, alguien hubiera podido hacerle un bombo? Aunque había una luz en su rostro, un atractivo, que antes nadie había percibido, el pelo suelto con unas ondas maravillosas, le otorgaban un aspecto más que bonito. La raya negra en sus ojos, bajo las gafas nuevas, hacían de su mirada, un misterio especial. Nadie podía llegar a imaginar su secreto. Eli no tenía amigas con quien poder desahogarse y contar lo que estaba viviendo. Los compañeros de trabajo eran eso, compañeros, sin una pizca de confianza. Los chicos del estudio la miraban extraña...

LA SEÑORITA GRIS (2ª PARTE)

 Eli mira por la ventana del viejo apartamento, ¿mira?. Que va sus pensamientos la absorben por completo sin sentido, sin orden establecido, solo vueltas y vueltas a la cabeza, con sus manos en el vientre. Embarazada del Señor Muñoz, va a ser padre y ni siquiera sabe donde encontrarlo. Viaja por el mundo, de Londres a Nueva York, Japón, Emiratos...Podría encontrarse en cualquier país , en cualquier continente.  No volvió a llamarla, ni tan siquiera un email o un mensaje. Está claro que solo fue el royo de una noche y ella muy estúpida de no poner precauciones suficientes. Pero sabéis, queridos lectores, en el fondo era la mujer más feliz del mundo. Ya a su edad no hubiera imaginado ser madre. Bueno, bueno, no corramos tanto, primero cogió cita con un prestigioso ginecólogo de de la ciudad, había que confirmar si el embarazo era tal. Después tomaría decisiones. Acudió a la consulta del Doctor Elías, nerviosa, mordiéndose el labio inferior, su cola de caballo, falda plisada con ...

LA SEÑORITA GRIS.

  Como cualquier tarde, Eli regresa a casa del trabajo. Tira sobre la cama el bolso y el abrigo. Se cambia con un viejo pijama, más grande de su talla, y calcetines gruesos, hace ya frío en la ciudad y el sueldo no da para encender la calefacción. Ya vestida como una indigente y frente al televisor, analiza su vida, triste, rutinaria. No se ha casado, no ha aparecido nadie que la mire y la bese como en esas películas y esos libros maravillosos que llenan sus horas libres. Quizá la fantasía haya suplido a la realidad. Las historias maravillosas que figuran en su cabeza, no se dan en la vida diaria. Sin familia, ni amigas, Eli intenta sobrevivir en una ciudad que no para, donde pasan multitud de cosas. Cosas que a ella no le salpican, cosas que no tienen nada que ver con ella. Hasta ese día, 18 de Noviembre, cuando llegó a la oficina y su jefe la mandó llamar, entró en el despacho, casi sin mirar y allí estaba él, alto, delgado, ojos claros. Quedó deslumbrada, el jefe tuvo que llamar...