LA SEÑORITA GRIS (3ª PARTE)
Eli mira de nuevo por la ventana, esta ves sonríe, acaricia su incipiente barriguita, y habla con su bebé: "Te protegeré por encima de todas las cosas cielo, estamos solos pero nunca permitiré que te hagan daño, cuidaré de ti como mi tesoro, te lo prometo". Los vómitos y mareos iban remitiendo, y comenzaba a disfrutar del embarazo. En el trabajo todavía no habían notado nada, un virus estomacal, ¿Quién iba a pensar que a la pobre señorita gris, alguien hubiera podido hacerle un bombo? Aunque había una luz en su rostro, un atractivo, que antes nadie había percibido, el pelo suelto con unas ondas maravillosas, le otorgaban un aspecto más que bonito. La raya negra en sus ojos, bajo las gafas nuevas, hacían de su mirada, un misterio especial. Nadie podía llegar a imaginar su secreto. Eli no tenía amigas con quien poder desahogarse y contar lo que estaba viviendo. Los compañeros de trabajo eran eso, compañeros, sin una pizca de confianza. Los chicos del estudio la miraban extraña...