QUIERO UN MÓVIL PARA MI COMUNIÓN.

 Se acerca el periodo de comuniones, la famosa frase "Mamá quiero un móvil para mi comunión".

Que vaya por delante y dejo claro, que los padres pueden y deben hacer con sus hijos lo que estimen conveniente. Dicho lo cual y según mi opinión escribo este post.

Es muy difícil luchar contra corriente, casi todos los niños tienen móvil, el argumento mas oído en los hogares españoles estos días, pasados los Reyes y Papa Noel, los que van a tomar la comunión próximamente, ven otra oportunidad de poder conseguir el tan ansiado dispositivo.

Como madre de cuatro hijos y tía de una niña de ocho años que tomará la comunión en Mayo, he de deciros que es una decisión que hay que meditar con mucha cautela, es cierto que nuestros hijos nos están viendo enganchados al teléfono todo el día, por lo cual es complicado pedir que no hagan lo que están viendo en nosotros.

Los medios de comunicación actuales, el acceso rápido a internet, las redes sociales, todo ello es maravilloso bien empleado, con un mínimo de madurez, de todos es sabido los peligros que encierran las redes sociales, desde perfiles falsos donde se enmascaran pederastas, hasta citas que pueden ser muy peligrosas para niños de ocho, diez, doce años, todavía en proceso de madurez.

Se pueden poner filtros claro, pero cuando llevan el dispositivo al cole y lo utilizan en el patio, otros niños igual no lo llevan, y pueden acceder a páginas nada recomendables para estas edades.

Yo entiendo que todos trabajamos fuera de casa, que no siempre recogen del cole o extraescolares la misma persona, a nuestros hijos, que es un medio maravilloso para saber que están bien, en que punto exacto se encuentran de camino a casa etc...

No hace mucho hemos criado a nuestros hijos sin dispositivo, se les decía que no se movieran de la puerta del cole, academia, catequesis etc.. hasta que llegaran a recogerlos papá, mamá o la abuela. Y que jamás hablaran con extraños y muchísimo menos marcharse con ellos.

También hacían excursiones, pero si queríamos hablar con ellos, se hacía a través del móvil del responsable de ese viaje.

Por ello desde mi humilde opinión y si os sirve de ayuda, yo esperaría hasta los catorce años para dar a mis hijos un teléfono, y aún así siempre hay problemas, las redes sociales ofrecen a nuestros hijos una realidad tan distorsionada, unos cánones de belleza, una actitud, que poco les ayuda, pero al menos que vayan madurando y aprendiendo que esas páginas, esas modelos de instagram, no son la realidad, porque esos espejos donde se miran y comparan nuestros niños, jóvenes y no tan jóvenes, no es real.

Ayudemos a nuestros hijos a tener una infancia feliz, fuera de cánones dictados por las redes sociales, aceptando a los que llevan gafas, son mas gorditos, más altos, menos graciosos, a criarlos con pluralidad y sobre todo enseñarles que ser una zorra, no es motivo de orgullo, por Dios, ser una zorra es un insulto machista que todas las mujeres, alguna vez en nuestra vida hemos tenido que escuchar.

Dejemos que los niños y niñas sean infantiles, que lo disfruten, que jueguen en el patio del cole, que riñan y que después hagan las paces, que se caigan, se levanten pero sobre todo y ante todo vivan la infancia plenamente.

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