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SALIR DEL POZO.

 Estimados lectores, después de una serie de relatos más bien tristes, hoy os voy a contar la felicidad que se siente, al salir del pozo. Después de unos meses de declive personal, estoy viendo la luz. Continuo con mis problemas médicos, pero los estoy gestionando mucho mejor. Si, es cierto vivo con una discapacidad, pero como no me rindo, sigo haciendo planes, actividades, escribo lo poquito que mis ojos me permiten, entreno, intento bailar manchegas, solo intento jajajaja... Y estoy dando clases de teatro. Desde este medio quiero animar a todas las personas en situaciones parecidas a la mía, que el mundo no se se detiene, gira y gira, nos tenemos que reinventar. Es cierto que un cambio de vida tan brutal, es muy difícil de digerir, pero con el tiempo y el esfuerzo diario, consigues un estado de bienestar. Os aconsejo rodearos de personas vitamina, aquellas que te contagian con su ánimo y alegría, que te llaman, que se preocupan por ti, que te envían un whatsapp, recordándote lo que v

SIEMPRE TÚ.

 En aquel cine, mítico en la ciudad, de esos cines de toda la vida, Ana pensativa, ensimismada con cada rincón de aquel bello lugar, donde acudía con sus padres, los domingos por la mañana, a ver la película que se estrenaba. Recuerdos de niñez maravillosos, mamá arreglada con esas medias de seda, tacón alto y su pelo ahuecado, parecía una reina de esas que salen en las revistas. Papá. naturalmente , con traje y corbata, bigote, pelo engominado y peinado hacia atrás, semejara un galán de cine. Que feliz era entonces, protegida por ellos, uno a cada lado y yo al centro con mis palomitas. Ese cine donde empecé a ir con las amigas, cuando tuve edad suficiente para ir sola. Ya por las tardes con el refresco de cola y en la fila de atrás, todos los chicos juntos, tonteando con ellos... Que deprisa pasaron esos tiempos, con el cine comenzaron mis primeros amoríos, él guapísimo, con sus vaqueros, chupa de cuero y esa sonrisa que me volvía loca. Primer amor, primer dolor, lo pillé con una enfe

QUEDAMOS EN EL PINCHO

 El Pincho de la Feria de Albacete, otro año más, el lugar para quedar con los amigos, familiares etc... De nuevo, impasible, regio, sereno, testigo de tantas cosas. Reencuentros, besos, abrazos, riñas. Como recuerdo cuando íbamos a recoger a mis hijos al pincho, para que no volvieran solos a casa, cuando mis padres iban a recogerme a mí y probablemente yo recogerá algún día, a mis nietos. Mi homenaje a tan bello lugar, testigo de excepción de la llegada al recinto ferial de nuestra queridísima Virgen de los Llanos, escoltando su imagen hasta la llegada a su camarín. ¿Que no habrás visto tú desde lo alto? Todo Albacete moviéndose a tus pies, con idas y venidas, en hileras infinitas por el paseo, familias enteras vestidas con sus mejores galas, grupos de jóvenes que hacen viva nuestra feria, que tiene continuidad, que se vive desde el corazón. Querido pincho, ¿recuerdas? Aquella tarde lluviosa, oscura, cuando todo el mundo corría a refugiarse de la lluvia, Elena impasible, a tus pies, e

ODA A UNA PERSONA NARCISISTA.

 Queridos lectores, creo que todos conocemos casos de personas narcisistas. Son aquellos que se creen superiores a los demás, que siempre llevan razón en todo, que lo que estas personas piensan, es la verdad verdadera. Tener una pareja narcisista significa sumisión, el sí majestad, ser tonto o hacerse el tonto, porque ellos saben de todo muchísimo mas que el resto, política, hay que votar lo que ellos quieran porque son los mejores, si ven el cielo negro y tú les dices que esta gris te lo discuten hasta el aburrimiento, siempre saben lo que hay que hacer y decir, en todo momento. Muchos de vosotros sabéis a lo que me refiero o lo estáis viviendo en estos momentos. Tengo amigas y amigos que se sienten los tontos de la casa, no hay derecho a tal cosa, y cuando se revelan, estás loco, tan simple como eso.  El narcisista quiere una pareja, amigos  o familiares, que siempre le den la razón, que lo ensalcen, que lo adoren, alguien sin criterio propio, un palmero, en cuanto intentan, otras pe

EL INCIDENTE.

  Aquella luz, era tan intensa, una lámpara enorme, y debajo yo, envuelta en una sábana, inmóvil. A mi alrededor varios ojos me contemplan, con mascarillas en los rostros, y de repente distingo las manos del cirujano, sí es él, está conmigo, me ofrece sus manos y me aferro a ellas, como si de una tabla en medio del océano se tratase, “doctor confío plenamente en usted”, fueron mis últimas palabras antes de dormir, de perder la consciencia. Mi vida no ha sido fácil, como casi la de nadie, todos tenemos nuestra historia, nuestras verdades, vivencias, nuestra realidad. Nací en una ciudad de provincias, próspera, de muy pequeñita marchamos, por ascenso de mi padre en el trabajo, mi hermano y yo a otra provincia cercana, patrimonio de la humanidad. Puedo decir que me he criado en unas de las ciudades más históricas de España y con un patrimonio artístico inmenso, Cuenca. Nuestra niñez la recuerdo feliz, en una familia de clase media alta, pues mi padre prosperó y con ello nuestro nive

AQUELLA TARDE DE ENERO

  Nunca olvidaremos aquella tarde de Enero, soleada y cálida, que invitaba al paseo, para esta fechas todavía de invierno. Era San Antón, y como todos los años fuimos a los festejos que se preparan para tal día festivo en nuestro pueblo, La Villa de Iniesta, suena regio, majestuoso, que pedazo de pueblo tenemos. Allí toda la pandilla reunida, con nuestros padres, quedamos en vernos por la tarde y coger las bicis, como no camino de Consolación. Tres chicas, Marta, Lucía y yo Luisa, los chicos Miguel, Hernando , Pablo y   se aparcó Lucas, bueno un tanto plasta pero gracioso, el pobre era el blanco de todas las bromas, algo inocentón, y siempre tenía el por qué en la boca, jajajaja, ahora lo recuerdo con tanto cariño, entonces no teníamos constancia del bulling, pero el pobre Lucas tendría mucho que contar al respecto. Pues hecho nuestro grupo de amigos, con bocatas en la mochila y un refresco nos dirigimos hacia Consolación. Un paraje precioso con una ermita en cuyo interior se

Y DE REPENTE LA OSCURIDAD. (Cuidemos de los niños, por favor, son nuestro futuro, la infancia no puede morir)

  Erase que se era, dos hermanos, vivían en lugar no tan lejano, eran de cualquier nacionalidad, raza o religión, eran dos niños. Su historia, es un cuento, pero no un cuento cualquiera, de brujas, ogros y princesas, es un relato donde el cuento toma realidad, donde la ficción y el miedo pueden llegar a ser tan auténticos, que hielan el alma. Anochece en la ciudad, los árboles mecían sus ramas al compás del viento en una sinfonía casi de otro mundo. Era algo espectral, fantasmagórico. Todo parece presagiar su llegada, su aproximación a casa, un frío helador que cala hasta los huesos me invade por completo. No quiero que suceda, pero no puedo evitarlo, en unas horas, al alba habrá hecho entrada en nuestras vidas, en nuestra ciudad. El miedo ha llegado para quedarse, trae equipaje, lo cual me hace presagiar que serán varios días. Y si no le dejo entrar? ¿Y si no permito que se quede? Mi voluntad flaquea, es más fuerte que yo, comienzan las primeras llamaradas perceptibles d

EN TUS OJOS (Tal vez nunca se deberían volver a escribir cartas en situación de guerra)

  Boyan, buscaba ansioso en su macuto, algo con lo que escribir, necesitaba hacerlo sobre todas las cosas, más que comer. Hacía tanto frío, que ya apenas sentía los dedos de las manos, cubierto de nieve, con la cara quemada por el sol y agazapado en una trinchera, construida con sus manos y las de los demás compañeros, que juntos veían pasar esa noche oscura. Solo les acompaña el sonido de las bombas, la luz del reflejo de las explosiones, algún sollozo, porque los hombres también lloran, incluso guerreros como ellos, hombres endurecidos por las condiciones extremas en las que viven, obligados a participar en una guerra absurda, una guerra pensada y diseñada para hacer el mayor daño posible, a ambos lados de la frontera. Hasta hace poco, hombres, padres de familia, esposos, novios, hijos, hermanos, cuyas vidas se sucedían en la más absoluta normalidad, con todo tipo de trabajos, desde mecánicos, a profesores de universidad, desde obreros a ingenieros, desde niños, a soldados. U

SEGUNDA OPORTUNIDAD (Dedicado a todas esas personas que luchan cada día por trabajar y normalizar su discapacidad)

  Que luz cegadora sobre mi rostro, debe ser que estoy muerta, quizá sea el otro mundo, el cielo o que se yo. Oigo hablar, veo ojos mirándome sobre unas mascarillas, ya entiendo estoy en un hospital, pero esa luz, un quirófano, ¿por qué? ¿Qué me ha pasado? Comienzo a recordar, iba en el coche con mis amigas, reíamos mucho, era mi cumpleaños, una fiesta sorpresa al salir de clase. Conducía Amanda, no recuerdo más, sólo unos golpes, empujones, chillos y lloros, hasta el completo silencio, debí perder el conocimiento, no me acuerdo de nada más, si un momento, sonido de sirenas, alguien debió llamar a las ambulancias. Si yo estoy en quirófano, ¿Dónde están mis amigas?, que no hayan muerto, Dios rezo por ellas, por favor que estemos todas bien. Vuelve la oscuridad,   me sumerjo en un sueño profundo, solo escucho las palabras de los médicos, vamos Elena duerme… Pi, pi, pi, es lo único que resuena en mi mente, voy abriendo los ojos con mucha dificultad, me duele la espalda, veo un