CUIDANDO AL CUIDADOR (Cuando el tiempo se vuelve olvido)

 Feliz domingo!! Queridos lectores, que tema tan duro quiero abordar hoy con todos vosotros.

Cuantas personas mayores, se encuentran solas, en residencias donde nunca reciben visitas, donde la sonrisa, del personal a su cuidado, es lo que les mantiene vivos.

Desde aquí mi reconocimiento y admiración para todas las auxiliares, enfermeras, personal de apoyo, voluntarios etc...que cuidan de nuestros mayores. Claro que escuchamos casos aislados de maltrato, pero de verdad que son la minoría.

Yo hoy voy a hablaros de las que nos ocupamos de nuestro padres y madres en casa. No tenemos una formación previa y con amor y cariño, con altas dosis de paciencia, los cuidamos incondicionalmente, día y noche, siete días, sin descansos ni vacaciones, sin sueldo y en muchas ocasiones sin apoyo familiar.

Estoy viviendo en primera persona, esta situación, mi madre con casi 88 años, está olvidando. Duro no, durísimo ver a una mujer independiente, trabajadora, inteligente, como se sume en el olvido, como cada día recuerda menos cosas. Está perdiendo la movilidad, la llevo en silla de ruedas, ufff empujar la silla, mi espalda se resiente, pero entreno cada día para tener fuerzas.

Mis hermanos viven fuera y mis hijos con sus trabajos, ayudan lo que pueden.

Muchos de vosotros, seguro, que estáis viviendo lo mismo. Lo peor de todo, para mí, es ver como la matriarca ha perdido su fuerza y su autonomía, como duele....

Los cuidadores de personas dependientes, sufrimos un agotamiento físico y mental, difícil de sobrellevar. La soledad con la que se llevamos a cabo este cometido, hace mella en nuestra salud.

Si un día salimos a tomar algo, porque necesitamos desconectar, nos sentimos culpables, si nos quedamos durmiendo, fruto del cansancio, nos sentimos culpables, si perdemos la paciencia y les contestamos mal, nos sentimos culpables.

Nuestra vida es un juicio continuo, por si no lo estamos haciendo bien, por si no, los cuidamos de manera correcta. Por si les pasa algo sin estar nosotros, por si, por si

Ayer mi madre se cayó de la cama, no he pegado ojo pensando que no he estado atenta. Hoy toca urgencias, tiene la mano izquierda muy hinchada, duerme plácidamente y no la pienso despertar.

Ahora pregunto, ¿Quién cuida de nosotros?, el agotamiento, la tristeza, la soledad que sentimos en muchas ocasiones, ¿Quién nos apoya? ¿Quién nos anima? ¿Quién nos forma?.

Pues esta es mi reflexión de hoy, domingo, desde aquí os animo a escribir en mi blog, a contarme vuestras experiencias, para poder ayudarnos, apoyarnos entre nosotros, los cuidadores.

Yo siempre pienso en mi madre, como una luchadora incansable, que siempre estuvo para nosotros, que nunca nos falló y  que ahora tenemos la oportunidad de pagar, una parte de sus esfuerzos y sacrificios.

Ánimo para todos, el amor mueve montañas, y el ciclo de la vida nos va a poner en ese lugar tarde o temprano. Pensad en positivo, cuando mi madre me mira a los ojos y me dice: "Gracias hija mía" con esa carita de inocencia, con los ojos llorosos, eso ya me llena de amor.

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