SALIR DEL POZO.

 Estimados lectores, después de una serie de relatos más bien tristes, hoy os voy a contar la felicidad que se siente, al salir del pozo.

Después de unos meses de declive personal, estoy viendo la luz. Continuo con mis problemas médicos, pero los estoy gestionando mucho mejor.

Si, es cierto vivo con una discapacidad, pero como no me rindo, sigo haciendo planes, actividades, escribo lo poquito que mis ojos me permiten, entreno, intento bailar manchegas, solo intento jajajaja... Y estoy dando clases de teatro.

Desde este medio quiero animar a todas las personas en situaciones parecidas a la mía, que el mundo no se se detiene, gira y gira, nos tenemos que reinventar. Es cierto que un cambio de vida tan brutal, es muy difícil de digerir, pero con el tiempo y el esfuerzo diario, consigues un estado de bienestar.

Os aconsejo rodearos de personas vitamina, aquellas que te contagian con su ánimo y alegría, que te llaman, que se preocupan por ti, que te envían un whatsapp, recordándote lo que vales, lo que le importas a la gente de tu entorno.

Cuando un buen amigo, te lleva un par de rosas y piensas, "No soy tan mala, ni tan fea, ni tan loca, como  me querían hacer creer". Se que las personas que me estáis leyendo desde un estado de depresión, os sonará este texto como una quimera. Para nada, todo mi entusiasmo os lo quiero hacer llegar, de la única forma que se me ocurre, a través de las palabras.

No os quedéis en casa esperando un milagro, salid, intentar hacer ejercicio, aunque solo sea un paseo por el parque. Hacer punto, pintar o tan solo bucear por internet, tener planes os ayuda a ir tejiendo esa cuerda que necesitamos, para subir de nivel en nuestro pozo.

A las personas que os encontréis en un proceso de separación, de ruptura de pareja, os digo que no se acaba el mundo, que nadie es imprescindible para vivir, más que nosotros mismos. Quien se aleja, es porque ya no nos quiere, pues puente de plata. Siempre hay una segunda oportunidad, personas maravillosas dispuestos a amar  nuestro caos. Los seres humanos estamos preparados para amar a varias personas, somos monógamos por educación y creencias religiosas. Por lo que concierne al corazón, os aseguro que se puede.

Os tenéis que querer primero tú, luego tú y por último tú. Esta formula no se aprende el primer día, lleva un proceso que si leyendo mi experiencia, es mas breve, me daré por satisfecha.

Tan solo deciros que si me necesitáis, si queréis hablar conmigo, a través de blogguer, podéis mandar mensajes, os prometo que los leeré e iré contestando a todos.

Un abrazo lleno de cuerdas para abandonar los pozos.

MARÍA JOSÉ MARTÍNEZ RABADÁN

DENTRO DE MI 2023

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