CARTA A LA SEÑORA X

 Querida Señora X:

No he podido evitar fijarme en usted, disculpe el atrevimiento, pero me ha parecido tan triste, tan melancólica, con esa belleza que le envuelve y esas ojeras que le dan un aire de misterio, por el cual me he decidido a escribirle esta carta.

Por su apariencia calculo unos cincuenta años, más o menos, por el ordenador que siempre le acompaña, mujer trabajadora, por su forma de vestir mujer con clase.

Y he comenzado a pensar e imaginar como sería su vida. Una madre de familia, que trabaja fuera de casa, que no llega a todo...tremendamente triste...¿Qué le ocurre Señora X ?

Supongo que vuelve a casa tan cansada que apenas le da tiempo hacer nada más, sus hijos en lugar de ayudar la recriminan por no tener la comida a tiempo, porque no les gusta el menú, porque no esta la camisa azul planchada etc... o le dicen con quien tiene que hablar, como tiene que relacionarse con su entorno, como debe vivir etc... y usted los quiere tanto, tanto que se exige demasiado, menos mal que siempre al final recibe un beso o un abrazo y olvida todo lo demás y  la entienden a su manera....es normal son jóvenes de otra generación, no están en su onda...pero si en su corazón.  

Buena no, perfecta en el trabajo, perfecta en casa, perfecta madre, perfecta pareja, y ¿Dónde queda usted?.

Donde quedan sus ilusiones, sus aficiones, su tiempo libre, su personalidad, donde queda su amor por sí misma?

Querida Señora X, así no se puede vivir, necesita borrar esa tez blanquecina y triste de su hermoso rostro, usted vale oro, es una leona y tiene altas capacidades, ser madre no es fácil, sus hijos deberían aprender a reconocer sus esfuerzos, los años dedicados a ellos, las renuncias a las que ha tenido que hacer frente...lo entenderán, cuando sean padres y madres la entenderán.

No me queda más que decirle , a sus pies Señora X, merece usted un premio y por favor cuídese mucho, la próxima vez que coincidamos me gustaría verla radiante, con una sonrisa en su cara y llena de orgullo por la labor que realiza cada día.

Pd. Gracias prima Pilar por animarme a comenzar este blog.

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